Si yo fuese el mejor portero de fútbol del mundo, y tuviese un suculento contrato en vigor, me hubiese sentado en el antedespacho de Florentino con los periódicos que contaban las cifras de los fichajes de Cristiano y de Kaká y una sonrisa de oreja a oreja.
La escena hubiera sido más o menos así:
Iker Casillas. -Enhorabuena presidente.
Florentino Pérez. - Gracias Iker. Había que generar ilusión en el equipo y en los aficionados y eso hemos hecho.
I.C. -Ya, pero yo estaba aquí por otra cosa. Verás presidente. Que Raúl, y yo, y el resto de la plantilla, hemos pensado que puedes poner de portero a Kaká y a Cristiano de delantero y que cuando los demás cobremos como ellos pues que generaremos la misma ilusión.
F.P. - ¿Qué pretendes decirme? ¿No te entiendo?
I.C. - Que en el fútbol triunfan equipos de veintitantos jugadores conjuntados y no como en el ciclismo, donde muchos obreretes bien pagados pedalean para que triunfe el jefe de filas. Vamos que si a Cristiano y a Kaká no les centramos balones, tú tienes que recalificar el Bernabeu para pagar lo que debe el Madrid. Pero bueno ya se que no hablo de tu dinero…
F.P. - ¿Debo entender que esto es un intolerable intento de chantaje?
I.C. - Todo lo contrario presidente. Tienes que verlo como un reparto de beneficios anticipado. Si todos cobramos lo mismo el equipo estará más equilibrado, no habrá envidias ni recelos, nos sentiremos igualmente tratados, seremos una piña, un bloque frente a los contrincantes, un común que hará de nuestro club lo que siempre fue, en fin firme aspirante a todos los títulos que nuestros aficionados desean celebrar.
F.P. - Mira Iker, el presidente soy yo; yo soy el que manda y tu un empleado, no estoy acostumbrado a aguantar este tipo de conversaciones, la prensa come en mi mano y mi buen dinero -bueno dinero del Madrid- me cuesta; ficho a quien quiero y vendo a quien me da la gana, y tu deberías estar contento con tu contrato. Y te diré más, poco me importa si eres el mejor portero del mundo…
I.C. -Ya presidente, pero me parece injusto que haya tanta diferencia en el trato…
F.P. - Muchacho, te voy a dar una lección que no olvidarás en tu vida. A Del Bosque lo puse en la calle porque me parecía un paleto cutre de Salamanca y no me importaron sus servicios al club, a Hierro ni le dije adiós, que solo era un puto asalariado con las orejas grandes, la Ciudad Deportiva era un solar y como tal la traté, a Di Stéfano lo tengo en casa porque los viejos desgravan, tu eres un pobre chaval de Móstoles que bien podías agradecer hasta donde has llegado y que empresarios como yo te dirijamos la palabra, a Raúl le debes dar este mensaje para que se lo aplique, a Guti le recuerdas que del extrarradio -¿porque este chico es de Torrejón o algo así, no? no sale gente con el suficiente glamour para ser como Beckham y que los de la cantera desprendéis un insoportable tufo a obrero por mucha colonia y perfume que anunciéis.
I.C. - Me queda claro presidente. La verdad es que cuando me empujaron a que viniese a hablar contigo era consciente de que nunca sabré agradecer a este club lo que ha hecho por mí. Lo que pasa es que mis compañeros me liaron con frases huecas…, con adulaciones…. Que si eres “San Casillas”, que “si no es por ti estábamos en segunda”, que ”eres un buen chico y la afición te admira”, que “todas las madres de España darían algo por tener un yerno como tu”, …. Y ha sido Raúl el que más ha insistido en que yo viniese a hablar contigo, presidente.
F.P. - Te comprendo Iker. Pero no debes preocuparte. Entiendo que en vuestra juventud tengáis arrebatos. El que no es rebelde a vuestros años…., je, je, en fin, juventud divino tesoro, ¡que ímpetu!, ¡qué ganas de vivir….! Bueno Iker, dale recuerdos a tus padres… Ah, una cosa más. Le dices a Raúl que los años que le quedan de contrato los debe emplear en cargarse entrenadores si los resultados no acompañan. Y que lo haga un poquito mejor que con Luis Aragonés que se le escapó crudo y encima le restregó el mejor título de la selección por los morros.
I.C. - Gracias Presidente. Ahora entiendo porqué Butragueño te ve como un ser superior. Y es que a cada uno sabes ponermos a nuestra altura.
Ya de camino a su casa el bueno de Iker vio la luz. “Si es que está claro, los que hemos nacido para trabajar, hemos nacido para trabajar, y demasiada suerte tenemos si ya hemos hecho dinero para no vernos obligados a aguantar a los señoritos que administran la pasta de los demás. Otra cosa es que admiramos a los seres superiores que nos tratan como nos merecemos, que trabajemos para esos que por ser extranjeros ganan mucho más que nosotros, que seamos los machacas de los que le tocan el culo a las Hilton para vender camisetas.
Luego el bueno de Iker, ese del que dicen que es “el mejor portero del mundo”, llamó a Raúl y le hizo ver lo claro que Florentino tiene como se debe gobernar al Real Madrid. Raúl le agradeció la llamada y le dijo cuando él esté en la dirección del Club procurará que la salida de Iker tenga por lo menos un partido homenaje y que la grandeza de un club siempre dependerá de la grandeza de los hombres que lo dirigen.
Casillas despertó de sus sueños y se fue a Móstoles a jugar al mus con sus amigos de toda la vida, Cristiano pecaba contra su nombre en Los Ángeles y Kaká vendía fervorosa virginidad a precio de mercader del templo. Y Florentino administraba glamour con la cartera de los socios, los terrenos del Bernabeu y las parcelas de Valdebebas. Todo lo demás es fútbol y tontos.
Y yo a esperar a que pongan a la venta los abonos al precio que le pete a Florentino. ¡Ay¡ que suerte tienes Pérez. Si yo fuese Casillas te ibas a cagar.
La escena hubiera sido más o menos así:
Iker Casillas. -Enhorabuena presidente.
Florentino Pérez. - Gracias Iker. Había que generar ilusión en el equipo y en los aficionados y eso hemos hecho.
I.C. -Ya, pero yo estaba aquí por otra cosa. Verás presidente. Que Raúl, y yo, y el resto de la plantilla, hemos pensado que puedes poner de portero a Kaká y a Cristiano de delantero y que cuando los demás cobremos como ellos pues que generaremos la misma ilusión.
F.P. - ¿Qué pretendes decirme? ¿No te entiendo?
I.C. - Que en el fútbol triunfan equipos de veintitantos jugadores conjuntados y no como en el ciclismo, donde muchos obreretes bien pagados pedalean para que triunfe el jefe de filas. Vamos que si a Cristiano y a Kaká no les centramos balones, tú tienes que recalificar el Bernabeu para pagar lo que debe el Madrid. Pero bueno ya se que no hablo de tu dinero…
F.P. - ¿Debo entender que esto es un intolerable intento de chantaje?
I.C. - Todo lo contrario presidente. Tienes que verlo como un reparto de beneficios anticipado. Si todos cobramos lo mismo el equipo estará más equilibrado, no habrá envidias ni recelos, nos sentiremos igualmente tratados, seremos una piña, un bloque frente a los contrincantes, un común que hará de nuestro club lo que siempre fue, en fin firme aspirante a todos los títulos que nuestros aficionados desean celebrar.
F.P. - Mira Iker, el presidente soy yo; yo soy el que manda y tu un empleado, no estoy acostumbrado a aguantar este tipo de conversaciones, la prensa come en mi mano y mi buen dinero -bueno dinero del Madrid- me cuesta; ficho a quien quiero y vendo a quien me da la gana, y tu deberías estar contento con tu contrato. Y te diré más, poco me importa si eres el mejor portero del mundo…
I.C. -Ya presidente, pero me parece injusto que haya tanta diferencia en el trato…
F.P. - Muchacho, te voy a dar una lección que no olvidarás en tu vida. A Del Bosque lo puse en la calle porque me parecía un paleto cutre de Salamanca y no me importaron sus servicios al club, a Hierro ni le dije adiós, que solo era un puto asalariado con las orejas grandes, la Ciudad Deportiva era un solar y como tal la traté, a Di Stéfano lo tengo en casa porque los viejos desgravan, tu eres un pobre chaval de Móstoles que bien podías agradecer hasta donde has llegado y que empresarios como yo te dirijamos la palabra, a Raúl le debes dar este mensaje para que se lo aplique, a Guti le recuerdas que del extrarradio -¿porque este chico es de Torrejón o algo así, no? no sale gente con el suficiente glamour para ser como Beckham y que los de la cantera desprendéis un insoportable tufo a obrero por mucha colonia y perfume que anunciéis.
I.C. - Me queda claro presidente. La verdad es que cuando me empujaron a que viniese a hablar contigo era consciente de que nunca sabré agradecer a este club lo que ha hecho por mí. Lo que pasa es que mis compañeros me liaron con frases huecas…, con adulaciones…. Que si eres “San Casillas”, que “si no es por ti estábamos en segunda”, que ”eres un buen chico y la afición te admira”, que “todas las madres de España darían algo por tener un yerno como tu”, …. Y ha sido Raúl el que más ha insistido en que yo viniese a hablar contigo, presidente.
F.P. - Te comprendo Iker. Pero no debes preocuparte. Entiendo que en vuestra juventud tengáis arrebatos. El que no es rebelde a vuestros años…., je, je, en fin, juventud divino tesoro, ¡que ímpetu!, ¡qué ganas de vivir….! Bueno Iker, dale recuerdos a tus padres… Ah, una cosa más. Le dices a Raúl que los años que le quedan de contrato los debe emplear en cargarse entrenadores si los resultados no acompañan. Y que lo haga un poquito mejor que con Luis Aragonés que se le escapó crudo y encima le restregó el mejor título de la selección por los morros.
I.C. - Gracias Presidente. Ahora entiendo porqué Butragueño te ve como un ser superior. Y es que a cada uno sabes ponermos a nuestra altura.
Ya de camino a su casa el bueno de Iker vio la luz. “Si es que está claro, los que hemos nacido para trabajar, hemos nacido para trabajar, y demasiada suerte tenemos si ya hemos hecho dinero para no vernos obligados a aguantar a los señoritos que administran la pasta de los demás. Otra cosa es que admiramos a los seres superiores que nos tratan como nos merecemos, que trabajemos para esos que por ser extranjeros ganan mucho más que nosotros, que seamos los machacas de los que le tocan el culo a las Hilton para vender camisetas.
Luego el bueno de Iker, ese del que dicen que es “el mejor portero del mundo”, llamó a Raúl y le hizo ver lo claro que Florentino tiene como se debe gobernar al Real Madrid. Raúl le agradeció la llamada y le dijo cuando él esté en la dirección del Club procurará que la salida de Iker tenga por lo menos un partido homenaje y que la grandeza de un club siempre dependerá de la grandeza de los hombres que lo dirigen.
Casillas despertó de sus sueños y se fue a Móstoles a jugar al mus con sus amigos de toda la vida, Cristiano pecaba contra su nombre en Los Ángeles y Kaká vendía fervorosa virginidad a precio de mercader del templo. Y Florentino administraba glamour con la cartera de los socios, los terrenos del Bernabeu y las parcelas de Valdebebas. Todo lo demás es fútbol y tontos.
Y yo a esperar a que pongan a la venta los abonos al precio que le pete a Florentino. ¡Ay¡ que suerte tienes Pérez. Si yo fuese Casillas te ibas a cagar.
