jueves, 24 de junio de 2010

DIARIO DE UN CONCEJAL: 7 millones de euros en perejil


Esto sí que es solidaridad en tiempos de crisis. La ministra Garmendia le regaló 7.000.000 de euros a la Basque Culinary Center Fundazioa en 2009, vamos en plena crisis. Y luego a los concejales nos despellejan por un par de comidas de trabajo en las que no podemos ni pedir un puro a los postres para consensuar con los constructores cosas para el bien de los ciudadanos.
Vayamos a la Basque Culinary. Eso es un invento de Arguiñano y otros perejileros como Arzak, Subijana, Aduriz, Atxa, Arbelaiz o Berasategui que, como ponen el menú de sus restaurantes a precios adecuados a los jornaleros, necesitan subvención para subsistir. La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, paisana de los cocinillas, firmó en el BOE que la alta cocina –alta por los precios en eso no hay duda- “se encuentra en el vértice de la pirámide creativa e integra el diseño sensorial”.
Este humilde concejal qué se sacrifica por sus clientes (perdón, sus ciudadanos) necesita que le expliquen con detalle que es eso del “diseño sensorial”.
Los kozinillas, así está mejor escrito, de la Basque Culinary Center Fundazioa, institución subvencionada por el Gobierno Español como no podía ser de otra forma, crearon el engendro sobrecogedor en marzo del 2009, cuando ya todo el mundo hablaba de recortar gastos.
Mientras, en mi ayuntamiento no damos un vino español ni para el Día de la Patrona. Pero claro el concejal dueño del bar que nos suministraba los aperitivos no sale guisando por la tele ni es de la “generación de cocineros pioneros de la alta cocina española” como escribe Garmendia en el BOE.
Es la misma ministra –que en desleal competencia con esta columna de pretendido humor- escribe, sin lugar a dudas intentando provocar una sonrisa en los sesudos lectores del BOE, que “el interés público, social y económico de la concesión de esta subvención” de 7.000.000 de euros “tendrá un impacto económico y social fundamental” y firma sin sonrojo ni recato, que “la subvención se destinará a cubrir gastos de obra, infraestructuras, equipamiento, personal, suministros, gastos generales y otros gastos” entre los que supongo que estarán la compra de perejil y todos tan ricos, ricos.
Luego los concejales somos los chupones, los mangantes y los vendidos. Y para que los kozineros españoles no tengan que adelantar ni un euro su paisana Garmendia suscribe que la pasta –en metálico contante y sonante que no ‘al dente’- “por anticipado y sin necesidad de constituir garantía”.
Tan contento que estará Karlos, ¿Qué Karlos? el de los millones largos. ¡Menuda pirólisis que tienes!.

DIARIO DE UN CONCEJAL: Que hagan otra huelga


La patronal, por principio, siempre está en contra de las huelgas. En la superhuelga de funcionarios la patronal son los ciudadanos y yo, como concejal, antepongo los intereses de los votantes a los de los huelguistas, como no podía ser de otra forma.
Pero con la huelga la “patronal ciudadana” triunfó y triunfaron los funcionarios, triunfaron los sindicatos y triunfó el gobierno y triunfó la oposición y triunfé como concejal y como oráculo, analista y sociólogo.
Les explico. Triunfó la patronal porque faltaron al trabajo menos funcionarios que el resto de los días y además, para que no cupiese duda de que no estaban en huelga, trabajaron diligentemente y adelantaron bastantes expedientes atrasados.
Triunfaron los funcionarios como tales porque manifestaron su “gran cabreo” contra el malvado gobierno que hace poco tiempo les subió el sueldo muy por encima del IPC.
Triunfaron los sindicatos, porque aunque secundaron la convocatoria un 12 por ciento estuvieron en huelga el 75 por ciento. Esta si que es gorda. Lo que tenía que hacer el gobierno es descontarle el sueldo al 75 por ciento de los funcionarios y así no llevar la contraria a los sindicatos. Eso si que es ahorro y equilibrio de las cuentas públicas. Con una huelga cada semana no hay que cebarse en las pensiones de los jubilados. Bueno con eso y acabando con los viajes del Inserso. El que a los 80 años todavía no ha visto el mar es que no le hace falta verlo y menos con nuestro dinero.
Triunfó el gobierno que piensa que como todas las huelgas sean como esta menudo miedo, ja ja.
Triunfó la oposición, porque sin tener que hablar bien de los sindicatos -esa marabunta de rojazos paniaguados y gandules que viven de la subvención y de sangrar a la honesta patronal que paga los despidos con talones sin fondos- esa oposición que quiere huelgas para que sobrevenga la hecatombe que los lleve al gobierno que les corresponde “por la gracia de Dios” y por cuna. Los trabajadores a trabajar y los elegidos por estirpe y veinte apellidos llenos de guiones a gobernar. Cada uno para lo que ha nacido.
Y triunfé como concejal. Recomendé a los funcionarios del ayuntamiento prudencia y reflexión. Y a esto ayudó lo del descuento de sueldo el día de huelga. ¿Para que vais a dejar de cobrar por no trabajar si nunca os pasa eso? Y lo entendieron. A los ciudadanos les he transmitido un mensaje de tranquilidad y de confianza en los servicios públicos. Todo funcionó a la perfección.
Y a los sindicatos, con los cuales siempre estoy en fluido diálogo, mi más sincera felicitación por el éxito de su convocatoria que a todos benefició. Bueno a todos menos a sus liberados que el día de la huelga trabajaron. Pero bueno un día es un día.