lunes, 20 de diciembre de 2010

DIARIO DE UN CONCEJAL: Militarizar los bancos

Los que tenemos responsabilidades con los ciudadanos somos poco dados a la holganza. Bueno, salvo Rajoy. Así que yo no me he tomado el puente. Antes, cuando la crisis no apretaba la faltriquera, los proveedores regalaban viajes de temporada alta, pero ahora si pillas un billetito de avión de esos para borregos ya te puedes dar con un canto en los dientes y siempre acabas en un hotel lleno de los del Inserso.
Así que los llorones que llenaban los aeropuertos el pasado puente no eran, en general, pobrecitos que iban a visitar a familiares enfermos, ni gentes que viajaban como acto excepcional tras años de duro trabajo, ni apurados trabajadores sojuzgados en días de fiesta. Eran gentes con holgados bolsillos que aprovechan la mínima para fundirse dineros que les sobran y funcionarios haciendo puente cuyo leve cabreo ante la huelga la manifestaban lloriqueando. Si hubiese lo que tiene que haber habrían salido bramando por televisión pidiendo los nombres y direcciones de los controladores para personarse en sus domicilios y llevarlos a la torre de control a guantazo limpio. Y es que España está aborregada, a las pruebas me remito.
La verdad es que los que no han servido a la Patria en las filas del ejército desconocían los fulminantes efectos que para todo tiene la militarización. De momento, y como han podido observar, vale para curar enfermedades de desconocida procedencia. Así que me he puesto al habla con el concejal de sanidad para que la Policía Municipal, que es lo más parecido al ejército que tenemos en nuestro municipio, tome el centro de salud y alivie las tertulias de jubilados y marujas que disfrutan relatando enfermedades al calorcito de la calefacción que pagan todos los ciudadanos.
El paso siguiente es explicarles a los administrativos del Hay Untamiento que la compra se hace después de terminar el horario laboral. Es posible que alguna funcionaria de esas del pelo duro salga luego lloriqueando en la tele local diciendo que está estresada. Pero bueno, eso a la gente le vale para descojonarse de ella mientras la insulta, cosa que quieras que no libera mucha tensión en el ciudadano.
Los Bancos es otro de los objetivos militares. ¿A que en cuanto unos sargentos triperos tomasen las sucursales fluían los créditos a todo gas?. Esto terminaba con la crisis en menos tiempo que con la chulería de los controladores.
Ya me imagino la rotonda bancaria de la localidad con rótulos como Banco Popular de Infantería, Caja de Ahorros de Intendencia, Banco de Artillería Bilbao Vizcaya o Banco Acorazado de Santander.
Y que me dicen de formar y alinear a todos los jóvenes y jóvenas de la localidad antes de mandar romper filas para proceder al botellón. Eso se hacía en la mili, se pasaba lista a la tropa y luego se les mandaba a ponerse hasta el culo de calimocho a la cantina, pero de forma ordenada y sin estar haciendo ruido hasta las ocho de la mañana. A las nueve todos a dormir el pedo.
Todo son ventajas. Hagan memoria. Desde que Zapatero mandó a los militares a apagar incendios no hay un fuego en un monte. Y como Rubalcaba se cabree ya verás como el Ejército del Aire acaba con las trombas de agua. Todo es ponerse. Yo lo he visto claro. Como concejal sólo tengo que adaptar aquello que da resultado a las circunstancias locales. A la grúa municipal la vamos a dotar de una torreta con ametralladora para impresionar. A ver quien tiene criadillas para dejar el coche en doble fila.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

DIARIO DE UN CONCEJAL: A fundirse las arcas

Me siento reconfortado conmigo. Fue escribir sobre el Estado de la Ciudad del Vaticano y el que manda allí se ha decidido a abrir la mano para usar los condones en caso de ir de putas. Esto va que arde. Nunca una humilde reflexión de este insignificante concejal había impulsado un cambio tan mayúsculo en el pequeño Estado antidemocrático.
Visto el éxito de mis palabras voy a tener que darles un recado a Cuba, Guinea, Marruecos, Cataluña, Corea, China y otros países necesitados de un toquecito en sus costumbres. De momento estoy en cómo puedo hacer que me paguen unos viajes –gratis total- para impartir doctrina “in situ” en el bien entendido de que en Corea hablaría de Marruecos, en Guinea recriminaría a Cuba y en Cataluña haría lo propio con España.
Bueno esto último lo mismo no hace falta porque allí ya todos los políticos se ocupan de hacerlo. A los de por debajo del Ebro les han llamado estos últimos días defraudadores y ladrones y a juzgar por algún vídeo electoral deben considerar a las mujeres no catalanas como unas frígidas de mucho cuidado que no disfrutan del gustazo de votar.
Los mismo es que en Cataluña lo que pasa es que están salidos y han contagiado al Papa la semana pasada cuando estuvo allí y de eso viene los de los condones.
Al hablar de estas cosas con el edil de cultura, que ya sabemos que es un cargo que ocupa el que menos de eso tiene, me ha dicho que en italiano macarrónico, que según él se asimila al latín para beatas, el tema del preservativo es explicado técnicamente como “Il condone é un tubo de gomme, que s’acopla sulla punta della cola y per mai qui se fola y se fola la latte no cola”. A mi me da que el de Cultura aprendió esto de pequeño en el patio del colegio y se está quedando conmigo para que crea que sabe idiomas, aunque yo estoy seguro de que sólo practica metafóricamente el francés con el alcalde.
Aunque todavía está lejana la hora de las urnas municipales por el Hay-untamiento ya corre como la pólvora el secreto lema de “a gastar, a gastar” por si los votantes cambian de color y el poco dinero que hay se lo gastan los siguientes.
Yo mismo, que aspiro a repetir y soy de los que creo que mientras se pueda hay que seguir administrando los dineros de los ciudadanos y eso de las dos legislaturas es una pamplina que sólo aplican los que se van a poner ciegos dando conferencias, estoy pensando con qué vídeo convencer de mis desvelos por ellos a mis conciudadanos.
Desnudo no, pero.. ¿Cómo vestirme? ¿De proletario? Eso ya no existe. ¿De obrero? Los que lo son se ofenden si se lo dices. ¿De rico? Genera envidia y rechazo. ¿De pobre? Te apestan y desprecian. ¿De culto? No te entienden. ¿De analfabeto? Para que insistir en lo obvio. ¿De empresario? Malo. ¿De parado? Peor, que piensan que quieres llevártelo crudo. ¿De deportista? Increíble por la tripa.
En fin que tengo que seguir dándole vueltas al asunto de cómo dirigirme a los vecinos.
De momento me apunto a lo de gastar y he propuesto una cuchipanda general en el barrio con la disculpa de que los afectados por la crisis también tienen derecho a un día de disfrute y fiesta. Esto ya sabemos, genera puestos de trabajo, mueve el dinero y aumenta la confraternización. Como medida me parece mejor que asfaltar el barrio de los ricos. Hay que repartir las arcas entre los ciudadanos antes de que se las lleven los bancos.