jueves, 21 de junio de 2012

DIARIO DE UN CONCEJAL: Facturas bien redactadas

Sabía que estaban preocupados. Pero este humilde concejal no ha desaparecido, ni le han callado la boca, ni ha estado en la cárcel como algunos desearían, ni ha sido víctima de ningún achaque de salud.

Los gastos de representación me traen de cabeza y si al que manda en los jueces le están pidiendo cuentas, a saber que pueden pretender los concejales de la oposición con este probo servidor al que envidian por su capacidad de gestión, su dedicación sin límite y su transparencia ejemplar. Así que me he encerrado un mes en un hotel costero con mi señora y mientras ella hacía horas entre la piscina y el spa, el spa y la piscina y todo ello entreverado con el buffet libre, he repasado todos los papelotes y los gastos de mi concejalía, más que nada por seguir con la conciencia tranquila y los argumentos preparados. Todo en orden. Lo difícil era recordar con que otros ediles o funcionarios del ayuntamiento hice esos gastos al servicio de los ciudadanos.

Lo cierto es que la contabilidad es un plúmbeo tema con el que no les voy a aburrir pero si les relataré a título de curiosidad algunas de las piezas que he encontrado entre la documentación que he estudiado. Las facturas a las que hago alusión como es natural están sin pagar, pero el afán en dejar claros los conceptos que se desprenden de su redacción me impulsan a acelerar los pagos a los proveedores a fin de no generar malestares que nos llevarían a análisis detenidos y controversias sobre si es lo que pone o pone lo que es. Y he tenido que hacer memoria claro.

Encuentro una factura por valor de 1.233 euros en corticoides. ¡En corticoides!, ¡Para qué queremos nosotros tantos esteroides antiinflamatorios! Me he calmado cuando he consultado a un fiel funcionario y me ha explicado que corresponde a Deportes, pero que lo que quiere decir de verdad es 1.233 euros en Corty-Coles para el personal de la Delegación. Otra llamativa corresponde a 257 euros en damajuanas de Rioja. Me he quedado tranquilo cuando me han comentado que la damajuana es un recipiente de vidrio o barro, de cuello corto, a veces protegido por un revestimiento y que sirve para contener líquido. Y que la factura corresponde de verdad a una remesa de botellas de esta Comunidad que se utilizó para una recepción. Por cierto ya se cuáles eran porque en mi domicilio hay dos cajas de 12 unidades que no sé cómo han ido a parar allí.

La imaginación de los proveedores y de los funcionarios no conoce límites (en ningún ámbito, y no quiero hablar). Nada más y nada menos que 859 euros en vergas. Así, como quien no quiere la cosa. El color ha venido a mi cara cuando me ha indicado que la verga es una tira de plomo con ranuras en los cantos que sirve para asegurar los vidrios de las ventanas. No recuerdo reparación alguna en las vidrieras de los ventanales de la concejalía pero si la visita que en esa fecha hicieron delegados de este Ayuntamiento, entre los que fortuitamente me encontraba, con sus homónimos de una ciudad hermanada, a uno de los puticlubs de la zona. Otra de ellas es más modesta: 430 euros en avanos. Hay que entender, como me indicaron, que es lo que vienen a costar los aparatos en forma de abanico que colgados del techo sirven para hacer aire. Hay que entender que el que había escrito el concepto de la factura no sabía mucho de ortografía, se olvidó de la "h" y no escribió bien la "b". Entre ustedes y yo estos paipay de techo me parece que eran de la marca Cohiba.

Como verán si uno no está encima de la administración de los bienes públicos los asalariados pueden colarle gastos superfluos que en nada repercuten en la ciudadanía. Los envidiosos en cuanto oyen decir hotel en la costa ya piensan en ludibrio y gañote. Pongo por delante mi honor al decirles que al resort costero fui a trabajar porque en el ayuntamiento no hay quien se concentre y, fíjense si será así que al entregarme la factura de mi estancia leo en concepto “manutención y alojamiento por 31 jornadas de trabajo” y omito la cantidad para no entrar en polémicas. Claro está, facturas así hay que acelerar su pago. El buen proveedor debe ser recompensado.

Fíjense como les habrá impactado mi presencia en ese hotel que la dirección nos ha invitado a mi señora y a mí a pasar más adelante una semana de descanso. Lo que es dejar buen sabor de boca en la gente.