domingo, 1 de febrero de 2009

DIARIO DE UN CONCEJAL: La pasta que da el Gobierno es para juergas

Estos se creen muy listos. Que si yo tengo no se cuántos proyectos presentados, que si el arreglo de las farolas es muy importante, que si el parque, que si yo voy a sacar ocho... Filfa; éstos no saben de la misa la media. Lo que quiere la gente con el proyecto 8.000 de Zapatero es fiesta, que bastante jodido está el personal de por sí.

¿A dónde vamos a ir arreglando aceras para que las viejecitas no se caigan? Pues al desastre de la Seguridad Social y la Caja Única, a dinamitar el Pacto de Toledo de las pensiones. Lo único que quieren es hacer méritos pensando que les van a poner en una lista de diputados y van a dejar de atender a vecinos malolientes. Y es que los pobres piden de una manera y los ricos de otra forma.

A mi me enseñaron que cuando hay que pintar un paso de cebra antes tienen que atropellar a una vieja, si el paso es con semáforo dos y si se trata de paso elevado por lo menos tienen que caer cinco. Si no no cuadran las cuentas.

¡Fiesta, fiesta y fiesta! Con el ji, ji, ja, ja, vienen los tocamientos y después, TEMA. Hay que impulsar la construcción de escenarios, barras de bar, grifos de cerveza, guitarras, panderetas... Hay que subvencionar las verbenas populares en todos los lugares; fuegos artificiales, que por cierto siempre son el mismo tostón; encierros, carreras ciclistas, campeonatos de mus… eso es lo que quiere la gente. Solo los cagajudías hablan del trabajo como destino de los humanos. Aquí viene uno a divertirse lo más posible y lo demás son cuentos chinos.

Así que creemos riqueza con diversión. Los que sirven cubatas trabajan, los que atienden a los heridos del encierro trabajan, los músicos hacen como que trabajan y cobran, los que venden trajes de reina y damas de la fiesta hacen caja, mi conductor oficial pilla unas horas extras por llevarme a los conciertos a los que entro gratis, los que ponen bombillitas de adorno ganan dinero.

Arreglando parques solo incentivamos la existencia de vándalos que atacan el mobiliario urbano. Haciendo polideportivos contribuimos a las lesiones y a las bajas laborales, cuando no a la hospitalización y al aumento del tiempo en las listas de espera. Creando bibliotecas gastamos en calefacción para que los jubilados se metan en ellas a leer el periódico por la cara. En todo caso lo único que es admisible es construir cárceles cómodas, por si algún día…

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