martes, 17 de julio de 2012

DIARIO DE UN CONCEJAL: El enemigo es Alemania

Lo fue siempre. Lo fue en la Primera Guerra Mundial donde pensó que acabar con los vagos del sur, los negroides, los moros y todo eso que creen chusma debía terminar a bayoneta calada en los campos de batalla hasta que la reacción del resto del mundo les aplicó un correctivo en forma de Tratado de Versalles. Parece que no aprendieron.

Volvieron a la carga contra la gentuza del sur que es lo que siempre subyace cada vez que se les hincha la vena que es en la primera y en la cuarta década de cada siglo. Suelen contar con la ayuda del Pétain francés de turno que esta vez era un señor bajito casado con una cantante resultona. A este ya lo han echado, menos mal. En la Segunda Guerra decidieron que el enemigo debía morir lejos de sus territorios e inventaron bombas volantes que destrozarían las ciudades enemigas. Del sur y del norte porque estos no paran en barras en cuanto la emprenden. Se les dio su merecido, se les separó en dos países para reducir su potencia destructora, se les limitó la tenencia de ejército y de armas y la cosa duró hasta que se les ayudo a reunificarse.

Vieron el cielo abierto y decidieron actuar. Regaron de dinero la Europa del Sur desde sus bancos para que gentes que nunca pretendieron nada más que vivir tranquilos al sol y trabajar lo justo para ser felices se enviciaran en la compra de la tecnología y los bienes que ellos necesitan vender para intentar de nuevo ser la mamá de Tarzán. Otra vez visionarios los reyes de Europa y si los dejan del Mundo. La raza aria, la precisión, el orden, el trabajo, la austeridad, la norma, la cabeza cuadrada y el no a la siesta y a la fiesta. Es la ortodoxia protestante y luterana que impone el castigo divino del trabajo como redención de no se sabe que pecado original.

Primero créditos baratos, después intentan cobrarlos y si no se los pagas te asfixian hasta que mueres de hambre en tu cama de Grecia o de Portugal o de Italia o de España. Quieren que seamos como ellos, que pasemos frio como ellos, que trabajemos como ellos, pero no que cobremos como ellos. Van a por nosotros. Deciden por toda Europa, los demás no pintamos nada.

Son tan malos que quieren acabar hasta con la tercera parte de los concejales españoles. Sólo me falta que me corten en tres trozos y uno de los tres despojos lo echen a los perros alemanes que ladrarán en el andén de Hendaya mientras Rajoy le dice en un vagón de tren sí a todo lo que le ordene Merkel. Todo se repite como marca el péndulo de la historia. Solo el coraje del sur, sólo una alianza internacional nos puede sacar de la Tercera Guerra, la guerra que mata de hambre en el desahucio y en el despido a miles de parados. Si es verdad que si nos hundimos se hunden todos es el momento de mirarlos de frente y que vean la muerte en nuestra mirada.

Pero aquí gobierna alguien que actúa como el león del chiste. Recuerden aquel del cojo que trataba de correr a duras penas con su pata de palo huyendo de un león viejo escapado de un circo. El cojo metió el miembro de madera en la rejilla de un sumidero. El león olfateó carne y se lanzó a por el cojo que mientras le gritaba ¡Cómete a otro que a mí ya me tienes seguro!. Pues eso dicen los funcionarios y los asalariados al Gobierno: ¡comeros a otros que a nosotros ya nos tenéis seguros!.

Sí pero los otros son amigos y familiares del león. Y si no os lo creéis le preguntáis a los Fabra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario