Para empezar, una huelga sólo la pueden hacer los que trabajan. Por culpa del gobierno los funcionarios del Ayuntamiento dicen que se nos van a poner en huelga. Ya se lo he dicho a sus sindicatos: eso es imposible si antes no os ponéis a trabajar.
Porque una cosa son los Cuerpos y Fuerzas y otra los pitufos del ayuntamiento, porque no son lo mismo los trabajadores de la sanidad que los burócratas de manguito y no son lo mismo los maestros de antes que los de ahora.
Los de antes tenían cincuenta o sesenta alumnos en clase y no se estresaban. Ahora tienen dieciocho y no pueden hacer carrera de ellos y eso que en el consejo escolar tienen la ayuda de las mamás, de las limpiadoras del cole, de los de secretaría, de los ordenanzas y bedeles y hasta de los alumnos, que se han hecho con el poder en los colegios.
Los funcionarios dañinos son los de la burocracia. Esos que para pasar un papel de su mesa a la del compañero tardan doscientos cafés. Hacen gala de su lema “en el sueldo me engañarán, pero en el trabajo no” y se perpetúan en el puesto lloriqueando que la culpa de todo la tienen los políticos que los dirigen. Repasen ustedes a ver que político no es un funcionario en excedencia de alguna de las muchas administraciones que dilapidan nuestros impuestos.
Iban a hacer huelga el 2 de junio pero han caído en la cuenta de que en esa semana ya está el puente del Corpus y es mejor retrasarla una semana para poder empalmar tres días sin pasarse por la oficina.
Dicen que les van a bajar un cinco por ciento el sueldo. Pero si eso se lo ahorran en las fotocopias para sus hijos, las llamadas de teléfono a los amigos y familiares y ya lo tienen descontado en el tiempo que pierden en la cafetería. Con dejar de tomar un café al día ni notarán la rebaja de los sueldos.
Todavía hay tontos que se creen que quitando uno o dos ministerios se ahorra algo. Eso sería cierto si chapas un Ministerio y pones en la calle a los que están dentro, vamos como pasa en las empresas que cierran. Pero en la Administración llevan sin echar a nadie desde la dictadura de Primo de Rivera. Como ejemplo a Garzón lo han destinado a Europa.
La cosa es tan grave que hasta los propios funcionarios ya lo reconocen. El Tribunal Supremo, en sentencia del 27 de noviembre de 2009 establece que llamar vagos a los funcionarios no atenta a su honor. No sabemos si al honor del Tribunal o al de los funcionarios. En mi Ayuntamiento si van a la huelga mejor. Lo mismo nos ahorramos una pasta en sueldos y equilibramos las cuentas. Que cada día está más difícil que los concejales cobremos las dietas y en los restaurantes ya no nos dejan comer a crédito contra los gastos de representación y protocolo de la Corporación.
Porque una cosa son los Cuerpos y Fuerzas y otra los pitufos del ayuntamiento, porque no son lo mismo los trabajadores de la sanidad que los burócratas de manguito y no son lo mismo los maestros de antes que los de ahora.
Los de antes tenían cincuenta o sesenta alumnos en clase y no se estresaban. Ahora tienen dieciocho y no pueden hacer carrera de ellos y eso que en el consejo escolar tienen la ayuda de las mamás, de las limpiadoras del cole, de los de secretaría, de los ordenanzas y bedeles y hasta de los alumnos, que se han hecho con el poder en los colegios.
Los funcionarios dañinos son los de la burocracia. Esos que para pasar un papel de su mesa a la del compañero tardan doscientos cafés. Hacen gala de su lema “en el sueldo me engañarán, pero en el trabajo no” y se perpetúan en el puesto lloriqueando que la culpa de todo la tienen los políticos que los dirigen. Repasen ustedes a ver que político no es un funcionario en excedencia de alguna de las muchas administraciones que dilapidan nuestros impuestos.
Iban a hacer huelga el 2 de junio pero han caído en la cuenta de que en esa semana ya está el puente del Corpus y es mejor retrasarla una semana para poder empalmar tres días sin pasarse por la oficina.
Dicen que les van a bajar un cinco por ciento el sueldo. Pero si eso se lo ahorran en las fotocopias para sus hijos, las llamadas de teléfono a los amigos y familiares y ya lo tienen descontado en el tiempo que pierden en la cafetería. Con dejar de tomar un café al día ni notarán la rebaja de los sueldos.
Todavía hay tontos que se creen que quitando uno o dos ministerios se ahorra algo. Eso sería cierto si chapas un Ministerio y pones en la calle a los que están dentro, vamos como pasa en las empresas que cierran. Pero en la Administración llevan sin echar a nadie desde la dictadura de Primo de Rivera. Como ejemplo a Garzón lo han destinado a Europa.
La cosa es tan grave que hasta los propios funcionarios ya lo reconocen. El Tribunal Supremo, en sentencia del 27 de noviembre de 2009 establece que llamar vagos a los funcionarios no atenta a su honor. No sabemos si al honor del Tribunal o al de los funcionarios. En mi Ayuntamiento si van a la huelga mejor. Lo mismo nos ahorramos una pasta en sueldos y equilibramos las cuentas. Que cada día está más difícil que los concejales cobremos las dietas y en los restaurantes ya no nos dejan comer a crédito contra los gastos de representación y protocolo de la Corporación.
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